Esta asociación exige a la Diputación de Zamora (promotora de estas infraestructuras) y a los ayuntamientos receptores (como el de Perilla de Castro y Losacio) que adopten medidas drásticas para evitar la mortalidad de especies protegidas.
Gracias a la colaboración ciudadana, esta ONG ha sido informada de la grave problemática derivada de la constante mortalidad de aves que colisionan contra los cristales que rodean la pista de pádel instalada en Perilla de Castro y Losacio.
Las especies afectadas son numerosas y destacan el jilguero común, el pardillo común, el escribano triguero, la lavandera blanca o el mosquitero papialbo.
Debido a esta grave situación, desde Ecologistas Zamora solicitamos públicamente a la Diputación de Zamora (que promueve y subvenciona estas infraestructuras) y a los dos ayuntamientos ya indicados la búsqueda de soluciones inmediatas para atajar esta mortalidad.
Aunque algunos cristales de las pistas de pádel tienen instaladas pegatinas disuasorias, la situación denunciada refleja que no son ni suficientes ni eficaces para evitar la mortalidad. Por ese motivo se sugieren otras medidas disuasorias como la instalación de lineas de color cubriendo toda la superficie del cristal consiguiendo así que la presencia de estos obstáculos sea evidente a ojos de las aves en vuelo.
Sobre esta problemática, está asociación sugiere un replanteamiento de las ayudas al medio rural, entendiendo que hay prioridades desatendidas y necesidades reales mucho más perentorias que una pista de pádel.
Tratar de asemejar el medio rural al urbano con estas infraestructuras no debería ser el camino, sino fomentar alternativas que respeten el entorno y sean verdaderamente compatibles con la biodiversidad y el desarrollo sostenible en el medio natural.
FOTOGRAFÍAS. La superior y las dos primeras proceden de las pistas de Losacio. Las dos últimas, de Perilla de Castro.
El Ayuntamiento de Vega de Tera corta los dos únicos pinos adultos del parque de juegos y biosaludable de la localidad de Milla de Tera e indigna a los vecinos
Ecologistas Zamora alerta sobre la irreversible pérdida de patrimonio natural y recuerda que los árboles son imprescindibles para la lucha contra la crisis climática y que ejemplares semejantes a cada uno de los pinos talados son capaces de fijar alrededor de 60 kg de CO2 al año. Además, procuran una imprescindible sombra en el verano, pueden ser hábitat de muchas especies y embellecen el entorno.
La excusa para este nuevo caso de arboricidio en la provincia de Zamora ha sido esta vez la procesionaria, un lepidóptero defoliador que causa algunos daños en los árboles pero que es fácilmente controlable en ejemplares aislados mediante medidas sencillas y baratas. Otra de las excusas argumentadas sería la relativa cercanía de uno de los pinos a un edificio municipal.
Aunque los árboles están en casco urbano y la jurisdicción corresponde al Ayuntamiento, Ecologistas Zamora recuerda que debe existir un código ético. Así, es imprescindible que exista una justificación técnica y no simplemente especulativa o para la obtención de madera. Tampoco se deben cortar en época de nidificación, que empieza a principios de marzo. Y sobre todo, se debe debatir pública y democráticamente actuaciones que afectan al conjunto de los vecinos. En el caso de los árboles cortados en Milla de Tera, los vecinos se quejan de que es la única sombra que tenían en el parque. Además, si existe peligro de caída, esta debe ser certificada de forma precisa.
No es la primera vez que una situación así ocurre, en especial en municipios en los que la despoblación impide una supervisión de las actuaciones del consistorio, las cuales se realizan en la mayoría de las ocasiones sin pasar por el Pleno y de manera arbitraria. Como ejemplo, podríamos citar el roble de gran porte talado en Sagallos, en el municipio de Manzanal de Arriba, talado en 2021 sin que se tuviera noticia de las razones que motivaron la corta de un árbol sano y que formaba parte del patrimonio natural, pues harían falta al menos entre 400 y 500 años para tener un árbol así entre nosotros.
Es por todo esto que Ecologistas Zamora hace una llamada de contención frente al espíritu arboricida en el medio rural para que los municipios defiendan su riqueza natural, también dentro del casco urbano. Con los tiempos que corren, cada vez será más evidente que se necesitarán más árboles y menos cemento, y que si en un parque infantil, en pleno verano, se obliga a los niños a jugar al sol, no solo estamos hablando de falta de sensibilidad y falta de empatía sino de aculturización y ausencia de respeto.
En la fotos, uno de los pinos cortados en Milla de Tera, y el desaparecido roble centenario de Sagallos.
Estas asociaciones recuerdan que son frecuentes las muertes de lobos al acceder a la autovía. La ausencia de mantenimiento de la A-52 genera un constante goteo de atropellos para esta especie y supone un riesgo para los conductores.
La autovía A-52 -también conocida como “Rías Bajas”- une Castilla y León con Galicia y se inauguró en 1998. Desde entonces, esta infraestructura de transporte ha supuesto una constante amenaza para la población de lobos que habitan en su entorno (una de las más importantes de la península Ibérica). En el tramo zamorano (entre Benavente y el límite con Ourense), el goteo de lobos atropellados mortalmente en el interior de esta vía ha sido constante y, de hecho, todos los años se registran bajas. El último episodio conocido se confirmó el pasado lunes, 12 de febrero, cuando otro ejemplar fue arrollado mortalmente por un vehículo a la altura de Requejo de Sanabria.
Este suceso no representa un hecho aislado. De hecho y teniendo en cuenta el historial de accidentes con lobos registrados en el tramo zamorano, probablemente esta autovía sea el principal “punto negro” de atropellos en España. Además, el registro oficial de bajas no refleja el impacto real de esta problemática, ya que antes de la inclusión del lobo en el LESPRE, muchos ejemplares eran simplemente retirados por las empresas de mantenimiento y no constan en las estadísticas de las administraciones.
Las razones que explican esta situación parecen estar relacionadas con la falta de mantenimiento de los vallados y de los pasos de fauna de la autovía, gestionada por el Ministerio de Fomento. Por un lado, la valla que bordea la vía por ambos lados posee 1.40 metros de altura, una medida que no impide el acceso a cualquier animal al interior; además, el vallado presenta decenas de gateras o está combado por la vegetación natural. Por otro lado, es importante destacar que en este tramo son escasos los pasos específicos para fauna. Por ejemplo, los tres pasos superiores construidos en toda Sanabria y La Carballeda no tienen ningún tipo de mantenimiento desde hace años. La pantalla de vegetación que debería acompañar a estos corredores superiores para favorecer su funcionalidad y, por tanto, la conectividad de la fauna, es prácticamente inexistente; esta situación puede generar una mayor desconfianza para muchos animales que no se sienten seguros para cruzar este tipo de accesos y se ven obligados a atravesar la autovía internándose a través de la valla.
Es importante recordar que los atropellos en carreteras y autovías suponen, junto al furtivismo, una importante y constante causa de mortalidad conocida para los lobos. El mantenimiento y enriquecimiento ambiental de los pasos de fauna superiores e inferiores y también, el arreglo del vallado de la A-52, resulta imprescindible para favorecer la conectividad y limitar el efecto barrera que pueden estar generando esta autovía con el AVE, las carreteras comarcales o los embalses que fragmentan el hábitat de los lobos en esta zona. Además, el fácil acceso de animales al interior de los carriles donde transitan miles de vehículos cada día, supone sin ninguna duda, un enorme riesgo para los conductores.
Sobre esta situación se ha informado al Ministerio de Fomento (conocedor de esta situación desde hace años) y al Ministerio de Transición Ecológica y Reto demográfico. De hecho, la “Estrategia para la Conservación y Gestión del lobo y su convivencia con las actividades del medio rural” publicada por el Ministerio de Transición Ecológica en 2022 incluye en el apartado de “Líneas prioritarias de actuación” algunas cuestiones relacionadas con esta problemática: “(…) que las infraestructuras lineales capaces de generar potencialmente efecto barrera y mortandad en el lobo se equipen con las medidas correctoras necesarias siguiendo (…) la Estrategia Estatal de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas” así como “Modificación estructural de las características de las vías de comunicación en el entorno de los puntos negros de atropellos de lobos, al objeto de adecuar los sistemas de vallado e impermeabilización, habilitación de pasos y franqueos de la vía, señalización y advertencia a conductores (…)”
En la foto, lobo atropellado al acceder al interior de la autovía, en Requejo de Sanabria. L
Ecologistas Zamora expresa su alarma ante el entusiasta apoyo del alcalde de San Cebrián de Castro a la instalación de una macroplanta de biometano en el pueblo, un proyecto que condicionará el futuro y la calidad de vida de unos vecinos que ya sufren las consecuencias de la contaminación de sus aguas por nitratos.
Ecologistas llama a los vecinos de San Cebrián de Castro y de todas las localidades próximas a las redes de gasoductos que atraviesan la provincia (Salamanca-Zamora-Benavente y Zamora-Toro-Tordesillas) para que se informen adecuadamente frente a la propaganda interesada de las empresas.
Tal como viene avisando Ecologistas Zamora, van saliendo a la luz poco a poco nuevos proyectos de macroplantas de biometano no en las inmediaciones de los dos gasoductos que recorren nuestra provincia, el que viene de Salamanca y pasa por Zamora y Benavente, y el que va de Zamora hacia Valladolid pasando por Toro.
El nuevo proyecto del que Ecologistas Zamora ha tenido conocimiento a través de los medios, es el de San Cebrián de Castro. No se conocen públicamente los detalles, pero Ecologistas Zamora quiere expresar su alarma ante el acrítico entusiasmo manifestado por el alcalde de la localidad, que ha asumido con parabienes todas las bondades “vendidas” por la empresa, sin tener en cuenta la cara B del “regalito”.
Los vecinos de la localidad ya saben lo que es sufrir altos niveles de contaminación por nitratos en sus aguas. Deben saber que entre los graves inconvenientes de este tipo de instalaciones está la multiplicación de estos riesgos con el manejo de enormes cantidades de lodos. En estas condiciones resulta poco menos que un un delirio la insistencia del alcalde en la fijación de la población que atribuye a estas sucias instalaciones. Solo hay que echar un vistazo a las estadísticas.
Por todo ello, Ecologistas Zamora hace un llamamiento, tanto a los vecinos de San Cebrián de Castro, como a los de cualquiera de las localidades próximas a los gasoductos, donde aterrizarán en los próximos meses muchas de estas empresas, para que se informen adecuadamente, y así poder valorar y decidir correctamente sobre algo que va a condicionar el futuro de la localidad y la calidad de sus vidas.
Las empresas ofrecen en forma de caramelos las enormes ventajas para el pueblo, pero no les informan de sus perjuicios en forma de olores, consumo de agua, tráfico de grandes camiones con basura por los caminos de la localidad, y riesgos en forma de contaminación de acuíferos, aguas superficiales y tierras próximas, por no hablar del efecto llamada para la instalación de nuevas macrogranjas porcinas.
Tampoco les informan suficientemente sobre el abundante residuo que se produce en estas instalaciones, un pestilente lodo que tienen que gestionar de alguna forma, y que, como el purín, poco tiene que ver con un fertilizante.
Ante este panorama, Ecologistas Zamora, sin otro interés que el de velar por la calidad del medio y de nuestras vidas en él, alerta y ofrece su ayuda a los vecinos de todos estos pueblos para ayudarles a valorar los pros y los inconvenientes antes de permitir estas instalaciones en sus pueblos.
Partiendo de una postura de máximo respeto a la opinión y a los legítimos intereses de los propietarios de parcelas en Villardeciervos, desde esta organización se considera que la concentración parcelaria solicitada para esta localidad es incompatible con la conservación de los numerosos valores culturales y naturales de una zona de alto valor ecológico y que, además, está incluida íntegramente dentro de la Reserva de la Biosfera transfronteriza Meseta Ibérica y, parcialmente, en la Red Natura 2000.
Desde un punto de vista técnico, este tipo de infraestructuras (que se siguen realizando en el noroeste de la provincia) siguen patrones de «ancha es Castilla», sin tener en cuenta las peculiaridades morfológicas del paisaje donde se aplican y llegan tarde a unas zonas donde el rendimiento agrícola es escaso. De hecho, pretenden implantarse en un término municipal, el de Villardeciervos, medio siglo después de que el éxodo rural vaciara el entorno de potenciales agricultores y ganaderos y, en un contexto donde los valores naturales son un motor importantísimo para el turismo de ocio y naturaleza. Además, la presencia del sector primario ya es casi anecdótica.
Por experiencia de lo ocurrido en una zona colindante (término municipal de Manzanal de Arriba, en Codesal), la concentración parcelaria realizada hace unos años ha generado múltiples y graves impactos. Por ejemplo, la apertura 28 nuevos kilómetros de pistas de una anchura excesiva ha ocasionado un fuerte impacto visual que es patente desde varios kilómetros de distancia, ha destruido numerosas paredes de piedra seca y, además, ha favorecido el acceso de vehículos a sitios tradicionalmente tranquilos, lo que implica el riesgo de atropellos, fragmentación del hábitat y molestias a la fauna, además de un mayor riesgo de acceso de furtivos de ciervos. En Codesal también se han destruido y fragmentado numerosas hectáreas de hábitats de interés comunitario, como las diferentes comunidades de brezales o se han retirado decenas y decenas de robles. Como consecuencia de la concentración parcelaria realizada en Codesal, muchas zonas de alto valor ecológico se han transformado completamente en repoblaciones de pinos (especies pirófitas que pueden contribuir al desarrollo de nuevos incendios forestales) que han sido valladas por empresas forestales con dinero público, generando consecuentemente fragmentación del hábitat para la fauna; muchos de estos vallados, caídos al suelo tras deteriorarse sus estacas de madera o quemados tras el incendio, permanecen sin que nadie los recoja. Todo esto sin contar los numerosos robles centenarios que fueron talados bajo una u otra excusa.
Tampoco podemos olvidar que a los múltiples impactos ambientales y visuales que pudieran ir asociados a la construcción de estas infraestructuras se sumarían a los numerosos problemas asociados a los incendios del pasado 2022, al abandono de las minas abiertas de pizarra sin restaurar en la zona o de rehabilitación de minas hacia la abierto de pizarra, o a la ya importantísima red de pistas forestales y caminos agrícolas.
Por todos estos motivos, consideramos que seguir realizando concentraciones parcelarias en zonas como Villardeciervos (extrapolable a todo el oeste zamorano), es una medida populista pero errónea, que apenas tendrá efectos prácticos en la fijación de población o respecto a rendimientos económicos y que irá asociada a numerosos impactos visuales, culturales (en la arquitectura seca) y ambientales (improcedentes en un contexto de la crisis de la biodiversidad). Por el contrario, podría ser contraproducente para una nueva cultura económica que está a surgir en el medio rural, basada en el respeto al medio ambiente.
Fotos propias: Camino de concentración en un hábitat de interés comunitario en la Sierra de la Culebra
Nota de Prensa enviada a los medios el 12 de marzo de 2024
La Confederación Hidrográfica del Duero ha autorizado unas obras en la orilla del Duero a su paso por Villaralbo que suponen una profunda intervención en los ecosistemas y en el paisaje de la zona. De hecho, la construcción de este área de pesca deportiva se está realizando en un área protegida por la Unión Europea (incluida en la Red Natura 2000 como ZEC, Zona de Especial Conservación).
En la zona están presentes más de 200 especies de vertebrados, la mayoría considerados de interés especial en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, entre ellos el galápago europeo que está incluido como vulnerable. Además resultan seriamente afectadas varias especies incluidas en el Libro Rojo de las Aves de España, especialmente el martín pescador (en peligro).
Las obras de esta infraestructura dedicada a la pesca deportiva en el río Duero están promovidas por el Ayuntamiento de Villaralbo y se están financiando gracias al apoyo económico de la Diputación Provincial de Zamora (que ha aportado 300.000 euros) sin importarle la protección de los ecosistemas ribereños.
La actuación supone instalar 140 puestos de pesca, plataformas de madera ubicadas en las orillas de 1,60 m de ancho por 2 metros de longitud y ancladas sobre zapatas de hormigón de 6 metros de profundidad.
Por si esta intervención no fuera suficientemente dura para la biodiversidad de una zona sensible desde un punto de vista medioambiental, el impacto se acentúa con el acondicionamiento de caminos de acceso y la realización de tramos nuevos de tres metros de ancho para llegar a los previstos de pesca. Esta actuación ha supuesto la corta de numerosos árboles (en lo que eufemísticamente se denomina “limpieza y desbroce”).
La creación de este área dedicada a la pesca deportiva va a favorecer, además, el acceso de decenas de vehículos a la zona, lo que aumenta un riesgo de atropellos para la fauna de menor movilidad (anfibios y reptiles), molestias a la fauna en general y un previsible aumento de residuos.
Desde Ecologistas Zamora consideramos que la actuación en su conjunto va a suponer un fuerte impacto en las riberas del río Duero sin que las administraciones, que deberían velar por su conservación, actúen en consecuencia.
Según testimonios recogidos por Ecologistas Zamora de los vecinos de la zona, el Ayuntamiento se propone destruir completamente el trazado de la cañada a su paso por las localidades de Linarejos y Pedroso de la Carballeda para convertirlo en un paso alternativo de tráfico pesado.
Según estos testimonios, las obras implican la conversión de la Cañada en pistas aptas para la circulación de camiones, para lo cual se está utilizando relleno de zahorra proveniente de otras actuaciones. De esta manera, maquinaria al servicio del ayuntamiento viene trabajando desde hace días en plena Cañada, con la supervisión del propio alcalde.
Las cañadas reales son de uso tradicional en la trashumancia, fueron reguladas por edicto real de Alfonso X el Sabio en 1273, siguiendo trazados usados desde muy antiguo. La Cañada Real Zamorana bordea la frontera con Portugal iniciándose en las montañas de Sanabria y terminando en Olivenza y Alburquerque, en Badajoz. En la actualidad las Cañadas Reales están consideradas patrimonio histórico único en Europa y en el mundo, y son un activo turístico de interior.
Para Ecologistas Zamora, estas actuaciones suponen una agresión severa sobre el medio natural, pues además de atentar contra el Patrimonio implican el aumento de atropello de la fauna y la colisión con el hábitat de especies protegidas. En concreto, la zona intervenida forma parte de la Reserva Sierra de la Culebra, una zona de especial protección y ya muy dañada con los grandes incendios de 2022. Además, forma parte de la Reserva de la Biosfera.
Además de la intromisión que supone la apertura de nuevas vías para el tránsito de vehículos, hay que tener en cuenta que sin una regulación adecuada, se facilita el acceso a áreas muy sensibles dentro del ecosistema de la Culebra, pudiendo facilitar el furtivismo y otras prácticas no deseadas. Ecologistas Zamora ha denunciado los hechos ante Patrimonio de Castilla y León y espera una respuesta.
Ecologistas Zamora alerta de la nueva invasión de macroinstalaciones de biometano. Estos proyectos vienen a reforzar el extractivismo que hace de nuestra provincia una neocolonia.
Ecologistas llama a los vecinos de localidades próximas a las redes de gasoductos que atraviesan la provincia (Salamanca-Zamora-Benavente y Zamora-Toro-Tordesillas) para que se informen y organicen.
En la misma línea de las burbujas de las macrogranjas y de las macrorrenovables solares y eólicas, y en paralelo con los proyectos de Hidrógeno verde y minería a cielo abierto, llegan a nosotros con los trajes del mejor greenwashing las macroplantas de biometano. Llegan dopadas por el maná de las subvenciones europeas. Se trata de un paso más para convertir nuestra provincia en un estercolero, una neocolonia de la UE vaciada de población.
Han sido precisamente las subvenciones las que han convertido un sector rechazado por la patronal porcina como no viable económicamente para sus purines, en un gran negocio por el que pujan las grandes corporaciones energéticas y los principales fondos de inversión.
El biometano no es otra cosa que el biogás mejorado en su porcentaje de metano para resultar similar al gas natural. Por eso resulta fundamental instalar las plantas de producción en la proximidad de la red de gasoductos, que atraviesan Zamora en los ejes Salamanca-Zamora-Benavente, y Zamora-Toro-Valladolid.
Biogás y biometano se elaboran a partir de basura orgánica mediante un proceso de fermentación en condiciones anaeróbicas (sin oxígeno). El residuo es un pestilente lodo llamado digestato, que nada tiene que ver con el estiércol o el compost.
Las posibles basuras orgánicas a utilizar en nuestra provincia serán fundamentalmente los residuos de la ganadería industrial -purines y gallinaza-, los lodos de las depuradoras, los residuos de mataderos e industrias alimentarias, y en algunos casos cultivos energéticos o desechos agrícolas.
Aunque la tecnología no es nueva y se viene usando en algunos lugares para su aprovechamiento energético en forma de calor en las propias instalaciones, ha sido a raíz de la guerra de Ucrania cuando la Unión Europea puso en marcha el Plan REPowerEU, donde se establece un Plan de acción sobre el biometano con incentivos financieros para aumentar de forma espectacular su producción.
El anuncio de esta piñata de fondos es el responsable de que en Castilla y León, que cuenta con solo dos plantas en su territorio, las grandes empresas se froten las manos y hablen de nada menos que 520 plantas de biometano en la Comunidad. La propia Junta está elaborando un Plan Estratégico del Biogás en el que la ganadería industrial tendrá un protagonismo fundamental.
En lo que hace a Zamora, se conocen varios proyectos en distinto nivel de elaboración. El más adelantado, del que han dado noticia los medios, es el de Cerecinos de Campos. Entre el secretismo con el que se está gestando esta burbuja, Ecologistas Zamora tiene noticias de otros en elaboración en El Cubo del Vino y Granja de Moreruela, donde ya está en marcha también una planta generadora de hidrógeno verde. En Villalube la empresa soriana Solarig hizo una jugosa oferta en firme por unos terrenos en la linde con Matilla la Seca, pero sus propietarios desistieron por motivos éticos y por los graves perjuicios que supondría para ambos pueblos.
Y es que las consecuencias negativas de estas instalaciones todos los promotores las esconden, envolviendo sus proyectos de un impostado greenwashing -lavado verde-.
Las principales repercusiones de esta nueva burbuja son:
– Se parte de priorizar en exclusiva los beneficios empresariales a costa del bienestar de las comunidades afectadas. Para estas grandes compañías nuestra tierra es sólo un lugar donde extraer recursos y ganar dinero.
– Estas instalaciones procesan basuras contaminantes de las ciudades y de las macrogranjas en un radio de 30 minutos de transporte por camión. Esto supone un tráfico incesante de camiones de gran tonelaje deteriorando caminos y carreteras.
– Dado su carácter “macro”, estas instalaciones no se limitarán a las macrogranjas existentes, sino que actuarán como un efecto llamada para nuevas instalaciones.
– Aún así, el biometano no es viable económicamente sin fuertes primas, subvenciones o tarifas especiales. Cuando se acaben dejarán nuestras tierras llenas de ruinas y chatarra.
– Si ya las macrogranjas porcinas exigen un elevado consumo de agua en zonas con acuíferos sobreexplotados, estas instalaciones no se quedan para atrás en sus propias demandas de agua.
– La gestión de la gran cantidad de residuos que se producen genera muchos problemas, con enormes riesgos de afección a los acuíferos y aguas superficiales de la zona.
– Si a esto unimos los muy escasos nuevos empleos que se generan en la zona, y que los vecinos no se benefician para nada del gas producido, pero sí que estarán expuestos a insoportables y tóxicos olores, el empeoramiento de las condiciones de vida y medioambientales acelerará aún más el vaciamiento rural.
Desde Ecologistas Zamora sabemos por experiencia que la mejor forma de parar estas invasiones es en sus fases iniciales, cuando aún no se han cerrado los contratos o iniciado las obras, lo que explica el secretismo con el que se están acelerando los trámites en los últimos meses y semanas.
Por eso hacemos un llamamiento a los vecinos para que antes de tomar una decisión se informen, se unan en plataformas y organicen actos explicativos con personas y organizaciones independientes. Que no sea su silencio el que facilite que estos proyectos tan nocivos para el medio rural sigan adelante sin cortapisas.
Que no nos engañen las empresas, que una cosa son las pequeñas instalaciones para el aprovechamiento de los residuos de pequeñas comunidades o instalaciones agrícolas y ganaderas, produciendo biogás para esas mismas instalaciones, algo a lo que se negaban hasta ahora los promotores de macrogranjas, y otra muy diferente son estos grandes proyectos para captar subvenciones y dejar en los pueblos lodos contaminantes, malos olores y chatarra industrial a la vuelta de unos años.
Lo mismo que ocurre con las macroinstalaciones eólicas y fotovoltaicas, lo que necesitamos es un enfoque verdaderamente sostenible que proteja el medio ambiente y el bienestar de las comunidades locales, y que se frene la conversión de nuestros pueblos y nuestro patrimonio natural en tierra de sacrificio de la que extraer beneficios y recursos dejando detrás una estela de despoblación, contaminación y destrucción ambiental.
Nos aterrorizan y aterrorizamos en consecuencia, solo que de manera racional, planificada, incluso más allá de la ya palpable deshumanización. Si a través de la observación del comportamiento de nuestras sociedades comprobamos de qué manera la moral (la ética) se ha quedado en discurso vacío, en el que por pereza nos dejamos llevar por la inacción y la contemplación, y por lo tanto sin un replanteamiento de nuestras caducas costumbres de salón de clase siempre media; mediante el terror logramos dar el salto virtual hacia la acción imaginada: nos convertimos en personas que sufren de manera rabiosa el miedo y que necesitan de una pronta reparación, y por lo tanto no solo se resignan ante el hecho de que el terror psicócapta esté controlando el mundo como única salida, sino que encuentran alivio en la utilización del terror contra el terror.
La forma en la que el movimiento Futuro Vegetal está siendo presentado como un grupo terrorista responde a esa dinámica de sustitución del miedo (como atadura) por el miedo absoluto que pide a gritos un rescate colectivo, definitivo y total, y por supuesto una venganza. ¿Pero en qué asuntos hemos sentido agresión semejante como para perseguir a un grupo de jóvenes cuya desobediencia va dirigida a la denuncia de un mundo en llamas, un mundo que se devora a sí mismo?
Por más que no nos gusten sus formas, por más que sus acciones no sean de nuestro estilo; es obvio que esas chicas ni son criminales ni tienen pinta de llegar a serlo. Parar un avión privado y no permitir que salga puede ser un delito y una maniobra antiestética, ¿pero vamos a tildar a nuestro gobierno de terrorista el día que no quede más remedio que asumir que ha llegado el fin para el desatino de los vuelos privados? Por razones menos contundentes se prohibió fumar en sitios públicos hace años, pues de no hacerlo se ponía en riesgo la salud pública, y todavía hay hoy quien piensa que esto es un atentado contra la libertad. ¿Qué pasaría si ahora mismo los médicos fumaran en las consultas, o los profesores en los institutos, perseguiríamos a quienes se opusieran activamente a ello?
Desde que tengo uso de razón han existido las manifestaciones y, en muchas de ellas, se han quemado contenedores. No es que esta práctica sea defendible, pero nos asombraríamos de cuánta gente ha pasado por sindicatos y organizaciones ciudadanas ‒quemando contenedores‒ hasta llegar a ser una persona pública respetable e incluso de renombre. ¿A qué viene esta hipocresía, entonces?
No estamos ante una nueva radicalización de la protesta; si hacemos un ejercicio de memoria y traemos al presente las acciones del 15M, 25-S rodea el Congreso, y de todos los grupos de indignación que se fueron atribuyendo, en la década anterior, de lo que podríamos llamar el poder popular, veremos que no hay razón alguna para llegar al extremo de la persecución de Futuro Vegetal como grupo terrorista, salvo que nos encontremos frente a un caso típico de demonización de ciertos movimientos sociales por miedo (terror) a que estos apunten al meollo del asunto y se extiendan por doquier. Una demonización donde el primer paso consiste en alentar o permitir que el colectivo en cuestión sea criminalizado y aislado por los medios de comunicación para que difícilmente pueda generar solidaridad a su alrededor, y en segundo lugar ejercer un control ejemplarizante mediante el castigo.
Y es aquí, en el castigo, donde la desproporción no solo actúa exagerando el miedo sino que (re)produce también respuestas desmedidas, más parecidas a tiempos dictatoriales que a tiempos como los que vivimos, de democracia frágil pero en los que aún sigue existiendo una división de poderes, ¿o no?
En juego hay mucho, no solo la desmitificación de la protesta y la muerte de los héroes y heroínas que se enfrentan al Sistema a cara descubierta, también está en juego nuestra dignidad como ciudadanas del mundo. Si la libertad de pensamiento se ve afectada, ya podemos olvidarnos de creer en los derechos humanos más que en Papá Noel. Lo estamos viendo en Gaza, lo vimos en la Alemania nazi, el primer paso para el totalitarismo no es la imposición mediante leyes de un orden establecido, es la creación de un imaginario social, y colectivo, donde los grandes terrores no provienen de las ratas que transmiten con sus pulgas la peste, sino de los y las inmigrantes, los y las de piel oscura, los y las pobres, los y las pacifistas, los y las diferentes; y ahora también esa juventud que no clama en las plazas públicas apuntando al origen del problema, que no clama pero que debería, que no clama pero que podría.
Estas infraestructuras, subvencionadas por la Diputación, favorecen el uso privativo de terrenos comunales y los accidentes de tráfico con grandes ungulados.
La Diputación de Zamora, mediante una línea de subvenciones, está promoviendo la instalación o renovación de cercados ganaderos en los pastos comunales de algunos municipios de la provincia. En ocasiones, las adjudicaciones de explotación de estos terrenos se están asignando a un ganadero en concreto y por ello, podrían ser contrarias a la ley pues limitan el uso comunal para todos los vecinos y convierten los comunales en aprovechamientos privativos. Además, la instalación de estos vallados en el interior de espacios protegidos, como la Sierra de la Culebra (incluida en la Red Natura 2000 y en la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica) limita los movimientos de la fauna silvestre y fragmenta su hábitat.
En este contexto, en las últimas semanas se ha instalado un nuevo vallado ganadero de varios centenares de metros de longitud y casi dos metros de altura en el borde norte de la carretera ZA-P-2639, al comienzo del tramo Sagallos-Codesal. Desde esta organización entendemos que esta infraestructura pretende limitar el acceso del ganado mayor a la carretera, pero las características y el diseño del vallado (altura y colocación de los cuadros metálicos en la parte inferior) limitan completamente el movimiento de vertebrados terrestres con un tamaño mayor al de una rata.
De la misma manera y como ya ocurrió el pasado domingo 10 de diciembre, este vallado cercenó los movimientos y la huida de los ungulados (ciervo, corzo y jabalí) y de los carnívoros (lobo, zorro, etc.) involucrados en una cacería organizada en la zona. Además, esta nueva barrera física que limita el cruce de fauna desde los terrenos de la Reserva de Caza de la Culebra hasta el río Tera, va a obligar a muchos animales a caminar junto al vallado buscando una salida o a permanecer más tiempo en la carretera, lo que supone un importante riesgo de accidentes de tráfico.
Por todos estos motivos, se ha solicitado información sobre esta situación a la Diputación de Zamora y se ha informado de estos hechos a la Delegación Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Zamora.